Enzo, un rico comerciante de Puerto Ayacucho, visita a las comunidades indígenas del Alto Orinoco y se horroriza cuando ve a Orawë, indígena yanomami tumbado tranquilamente en su chinchorro (especie de hamaca) mascando tabaco.
- ¿Por qué no sales a pescar? - le pregunta Enzo.
- Porque ya he pescado bastante hoy - le contesta Orawë.
- ¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas? - insiste el comerciante.
- ¿Y qué iba a hacer con ello? - pregunta a su vez el indio.
- Ganarías más dinero. De ese modo podrías poner un motor fueraborda a tu canoa. Entonces podrías llegar lejos en el río y pescar más peces. Y así ganarías lo suficiente para comprar una red de nylon, con lo que obtendrías más pescado y más dinero. Pronto ganarías para tener dos canoas y hasta dos motores y más rápidos...entonces serías rico como yo.
- ¿Y qué haría entonces? - preguntó de nuevo el indígena.
- Podrías sentarte y disfrutar de la vida - respondió el comerciante.
- ¿Y qué crees que estoy haciendo en este momento? - respondió satisfecho el indio Orawë.
Nota: dedicado a aquellos que me leen (muy especialmente a Silvia -¡¡suerte!!- y a mi seguidor malagueño -espero no defraudar-), a Toni Lodeiro por firmarme su obra "Consumir menos, vivir mejor" en la recién concluída feria Biocultura, de la que extraje el cuento y a aquellos que creen que aunque la lucha sea mucha, el camino a recorrer es lo suficientemente satisfactorio como para justificar los contratiempos.
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