
Por un lado, la sociedad comienza a espabilar y a darse cuenta que los recursos no deben enfocarse a subsanar las deficiencias del sistema (inyecciones dinerarias en el sistema financiero, en las construcciones o en el sector automovilístico), sino a garantizar los derechos fundamentales (alimento, vivienda, salud, trabajo). En esta línea, la propuesta de la Renta Básica Universal costeada por el estado, no discriminatoria, promotora de la libertad y el autogobierno personal y enfocada a cubrir las necesidades básicas como seres humanos y a erradicar esa enfermedad social llamaza pobreza, supone una alternativa viable.
En el ámbito de la enseñanza, la organización en asambleas autogestionadas, no instrumentalizadas por partidos o sindicatos y relativamente bien coordinadas entre sí, de la comunidad universitaria y más concretamente del estamento estudiantil, para reivindicar la independencia de la universidad frente a la lógica empresarial de la oferta-y-la-demanda (como propone el tan traido proceso de Bolonia) y amparándose en la libertad de elección de aquello en lo que quiere profundizarse el saber, es un canto a la esperanza.
En tercer lugar, la voluntad de enmienda del protocolo de Kyoto en tanto que piedra de toque valiosa aunque mejorable en la reciente cumbre del clima de Poznan, nos anima a pensar que en las altas esferas aún hay quien tiene la cabeza amueblada y percibe el desbarajuste ambiental en el que nos hallamos enfrascados. Si bien, puntualizar que el planeta no se rige por periodizaciones políticas y que urge una actuación responsable, coherente y temprana.
Finalmente, el rechazo más o menos generalizado a las distintas formas de tortura (terrorismo, abusos policiales, centro penitenciarios) nos pone sobreaviso que en un futuro se van a transigir paulatinamente menos, pues apenas cuentan con el favor popular.
Por lo tanto y pese al tonillo en ocasiones desalentador que pueda desprender este blog (haré proposito de enmienda para el año nuevo), hay síntomas de cambio a los que aferrarse para producir entre todos la revolución de valores y mentalidades que posibiliten vivir en un mundo más amable, más humano y menos raro, como decía aquella tonada de La Cabra Mecánica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario